Abrí los ojos y el abrazo
para encontrarte,
Pablo, en ellos acurrucado.
Dejaste de ser
luminaria en el Cielo
para dar luz a mi vejez;
a una vida
que tanto camino hizo
al esperarte.
Eres luz, eres amor
frágil, a nuestro cuidado,
al de todos,
al de esta familia
que, de brazos a brazos
te mima, acaricia.
te me lleva.
Pablo, te contemplo
y doy graciasal Dios que aún aguardó
para llamarme,
a fin de que en mis brazos
te sintieras.
Dedicado a mi nieto 21,Pablo, recién nacido,
como si fuera el primero