viernes, 22 de abril de 2011

BAUTIZO DE PAULA



Este post fue publicado en De Dentro, el Lunes 18 de Abril de 2011


GRACIAS, SEÑOR





Acabamos de entrar en la Semana Santa y sé que nada es importante, sino la reparación y acompañamiento al dolor y Pasión de Jesucristo. Sin embargo, quiero dar gracias a Dios con este post porque, por ese sufrimiento redentor de su Hijo, pudimos el sábado de dolor bautizar a mi nieta Paula, hija ya de la Iglesia Católica.
Fue bautizada en la Iglesia castrense de la Armada, Nuestra Señora del Carmen, donde han tenido lugar la mayoría de nuestros acontecimientos familiares. presididos por la preciosa imagen de la Virgen del Carmen que encabeza esta entrada.


Paula lloró mucho hasta que llegó el momento crucial del agua bautismal que parecía calmarla.  Disfruta mucho con   el agua y estoy segura que más con  la del Espíritu Santo. 

Todo fue rápido, familiar y muy emocionante. Estas ceremonias religiosas que Dios me concede vivir con mis nietos, son nueva vida para mi, es como renacer y comprobar que todo está bien, que Dios nos da mucho más de lo que merecemos.

Otro que disfrutó de lo lindo fue Gonzalete que a pesar de haber dejado el último puesto a su prima Paula, sigue haciendo las delicias de todos. Para muestra estas dos instantáneas robadas impunemente.











Poco faltó para que derribara el pesado atril, con gran susto por parte de sus padres, padrinos de la bautizada.


COLOFÓN:
La imposición del escapulario del Carmen.
Dicha imposición deben hacerla los frailes Carmelitas, aunque también gozan de ese privilegio algunos sacerdotes, en este caso,  los castrenses de la Armada,  por ser la Virgen del Carmen su Patrona.
Todos conocemos los favores que se otorgan a quien porta toda su vida este escapulario, los más conocidos son  la promesa de que no moriran en pecado mortal y que la Santísima Virgen les concederá la gracia de sacar sus almas del Purgatorio, si es que han caído en él, el sábado siguiente a su muerte.

Este acto de la imposición del Escapulario del Carmen, me emociona de manera particular, por lo que en sí representa y porque rebobina mi reloj vital muchos años atrás, precisamente a cuando nació Tamara, la mamá de Paula. Por entonces comenzó mi devoción al Escapulario;  Julio y yo acudimos con los diez hijos a un convento de Carmelitas, muy cercano a nuestro domicilio de aquellos años, para que les fuera impuesto a todos, padre incluído, (yo ya lo llevaba) y pudieran gozar de la protección del Carmen hasta el final de sus días.
He mencionado este detalle para animar a quienes aún no cuenten con este grandísimo privilegio mariano.



La celebración lúdica fue muy familiar, en nuestro propio domicilio, pues no andan los tiempos para excesos económicos, incluso la entrada de la Semana Santa no pedía otra cosa.

Ahora, Señor, después de darte gracias por el Bautismo de Paula, quiero pedirte que me ayudes y ayudes a mis hermanos, a vivir esta Semana Santa con dos únicos propósitos: Arrepentimiento y Agradecimiento.



Arrepentimiento: de todos nuestros pecados, no en general, sino uno por uno, concretos y reales que llevaron y llevan a Cristo a la Cruz.
Agradecimiento: por esa Cruz redentora y salvadora, con la que no ahorraste sufrimiento alguno a tu Hijo, amándonos hasta ese extremo para que pudiéramos llamarnos hijos tuyos y realmente lo fuéramos.

 ¡¡¡ Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, RUEGA POR NOSOTROS!!!

Recuerdo  en vivo grabado por Raquel


1 comentario:

Raquel YG-I dijo...

Qué momento tan feliz y qué bonita está Paulita!!! Gracias mamá y besitos!!!