sábado, 4 de diciembre de 2010

EN FAMILIA

Publicado en De Dentro, el 25/(/2010


Aprovechando que, en la bloguesfera,  seguimos prácticamente en familia, quiero servirme de este blog para escribir una carta a mi nieto, no digo próximo porque ya está viviendo en el seno de su madre, es tan real como cualquiera de los otros que puedo abrazar y besar.
Dejándola en De Dentro, sé que mi hija no la va a traspapelar entre los archivos del trabajo y algún día podrá leerla a su hijo.
Querido Nieto:
¿Sabes que te espero con impaciencia? Que no eres el primero ni el quinto ni el décimo, vas a ocupar el puesto diecinueve, pero en confidencia te diré, que para mi eres el primero, el principal porque estás indefenso, aún no tienes las suficientes energías para vivir por ti mismo. En todo dependes de tu mamá, de lo que ella haga o deshaga, viva o no viva. Su alimento es tu alimento, su respiración tu respiración y, en cierta medida, sus alegrías, sus preocupaciones, sus aficciones forman parte de tu pequeña vida.
Por todo eso eres tan importante, no sólo para tus padres que te traen a este mundo con tanto amor, también para mi porque mi hija más pequeña, Tamara, siempre será mi pequeña, es tu madre, de la misma manera que tú eres mi nieto más pequeño hasta que venga otro a relevarte.

 Todavía no puedo llamarte por tu nombre, no sabemos por ahora si eres niño o niña, pero ya quedan pocos días para desvelar este misterio. Tú no te inquietes, ya debes haberte dado cuenta que entre nosotros, tengas el sexo que tengas, eres recibido con todo nuestro amor. Tampoco tienes que preocuparte por la competencia con Gonzalito, yo tengo cariño de sobra para ti y para todos, además con los padres que tienes seguro que estás a su altura...
Que nada te inquiete, nada te asuste, lo importante es que vienes a este mundo para llenar de alegría a muchas personas, especialmente a tus papás y a mi que ya te estoy imaginando en mis brazos, arrullándote con la misma nana que arrullaba a tu primo y a tu madre. Cada nacimiento en esta familia es nueva ilusión para mi, un renovarme hacia afuera, sentir que mi vida vale la pena mientras siga dando frutos. Ahora ese fruto eres tú. ya te estoy encomendando a tu Ángel de la Guarda y a la Virgencita para que te preparen un camino seguro, para que te traigan a este mundo con toda ventura, te protejan y guien siempre hacia Dios.
Sé que vas a ser grande, a mejorar con tu existencia este mundo que envejece y tuerce su rumbo. Tú y otros como tú contribuiréis a enderezarlo y cuando seas muy mayor, yo contemplaré tus buenas obras desde el cielo, sonreiré y diré a los santos y a los ángeles:
ESE ES MI NIETO, O NIETA ¿QUIÉN LO SABE?

No hay comentarios: